El modelo de cascada ha sido el tradicional, heredado de los
procesos productivos industriales, donde se progresa en etapas muy
estructuradas y compartimentadas. Sin embargo, se han abierto modelos de
gestión más flexibles y adaptados a los requerimientos de proyectos de
desarrollo de software o de multimedia.
El
modelo en cascada es demasiado rígido para los cambios que se producen en este
tipo de proyectos. Por eso los procesos iterativos como los que caracterizan el
Agile Management parecen más adecuados. Este método se centra en la interacción
humana, en la colaboración, el trabajo en equipo y en la flexibilidad, valores
que se han potenciado gracias a la red.
Entre
estos modelos es interesante Scrum. Se centra en un conjunto de prácticas para
trabajar colaborativamente, es iterativo e incremental. Se divide en bloques de
tiempo cortos y fijos. Cada ciclo de estos tiempos proporciona un resultado
completo (incremento). Se realizan reuniones de sincronización, se inspecciona
el trabajo que el resto esta realizando (dependencia entre tareas). Existe un
dueño del producto, que representa la voz del cliente y un facilitador,
centrado en eliminar obstáculos para el equipo y que el proceso se desarrolle
correctamente.
En
proyectos web visualizar el
resultado puede ser fundamental para el correcto desarrollo. Una buena técnica
de trabajo sería concentrar a todo el equipo y que todos asuman el objetivo del
proyecto. Existe una figura de coordinador que se responsabiliza de que todo
vaya encajando y muestra un resultado parcial del proyecto a medida que se
cumplen los objetivos de cada parte. De esta forma, el equipo de diseño no debe
esperar a que se termine de programar toda la web, y el de contenidos puede ir
construyendo textos y buscando recursos para ir subiéndolos.
Este sistema puede alargar un
poco los plazos pero la espera se ve compensada de cara al cliente porque va
viendo el proyecto avanzar. Es mucho más “vendible”. Además, esto mejora los
resultados de las tradicionales fases finales, como es la de contenidos y
conexión con otros servicios, ya que en el sistema de cascada estos equipos se
encuentran con el retraso acumulado del resto del proceso. Una ventaja
adicional es que el responsable del posicionamiento puede empezar su trabajo
desde el principio (si el proyecto lo permite) y para evitar retrasos por cambios
repentinos del cliente, hay que cerrar con él previamente qué aspectos son
susceptibles de cambios y cuáles no.