La primera
de ellas tiene que ver con la naturaleza cambiante de esta nueva generación
Web. Los propios términos (Web 2.0, etc.) dicen ya mucho sobre el carácter
“líquido” y constantemente evolutivo que posee (más allá del debate sobre su
dimensión marketiniana)
Así, no es
nada raro que nos encontremos distintas propuestas que tratan de categorizar la
disparidad de medios, contenidos y servicios que forman parte, actualmente, de
esta nueva web.